Algunas recomendaciones para la seguridad de los bebés al dormir
Ser padres es una gran responsabilidad, hay que estar pendientes de muchos aspectos, siendo los más importantes, alimentación, salud y seguridad. En este último se incluye destinar un sitio adecuado y seguro para el descanso del bebé, una tarea para la cual hay que seguir una serie de recomendaciones.
En la última década ha aumentado el doble el índice de bebés que mueren mientras duermen por diversas razones, entre las que destacan el síndrome de muerte súbita del lactante, asfixia o golpes letales por caídas.
Lo que parece algo muy simple, como es destinar un lugar para el descanso nocturno o las siestas del bebé, debe tener una máxima atención de los padres. Es fundamental seguir una serie de recomendaciones, ya que de esta manera el pequeño dormirá seguro y sin riesgos.
Consejos fundamentales para que el bebé duerma seguro
Entre las recomendaciones más importantes que se deben seguir para crear un ambiente sin riesgos para el pequeño al momento de dormir, están las relacionadas con la seguridad en su cuna o cama, para lo cual hay que seguir unos principios básicos.
Lo principal es que las barrerás de cama para niños, también conocidas como vallas de cama infantil, sean las adecuadas. Estas deben ser fabricadas con materiales resistentes, además deben contar con cierres de seguridad, barras verticales y sistema de bloqueo, de esta forma se evita que los bebés se deslicen por la parte baja de la estructura.
Para fortuna de los padres, en la actualidad se pueden conseguir en prestigiosas tiendas online diferentes tipos de barreras, incluso, las hay adaptables y plegables, en los casos que se tengan que transportar.
En cuanto a los barrotes tradicionales de las cunas, se recomienda que la separación entre estos no sea mayor de 2 y 3/8 pulgadas, es decir, unos 6 centímetros, de hecho, es un estándar que se estableció a los fabricantes a partir de 2011.
Una recomendación importante es que la superficie en la que duerme el bebé no tenga cojines y almohadas, por muy decorativos y suaves que sean. Asimismo, no debe haber en el espacio donde duerme el niño juguetes de ningún tipo, sobre todo animales de peluche, estos también pueden ser muy bonitos, pero son potencialmente peligrosos para los bebés.
Sí se puede optar por colocar juguetes, pero los que suelen atarse con firmeza a los costados de la cama o cuna, o los móviles, siempre que estos se fijen adecuadamente al techo, la pared o alguna parte de la cuna.
La correcta ubicación de la cuna o cama es importante, sobre todo cuando el bebé empieza a moverse lo suficiente. Debe estar lejos de cualquier ventana, además, es relevante limitar lo más que se pueda las decoraciones de las paredes que están alrededor de la cuna, con pintura o papel tapiz es suficiente, nada de cuadros con marcos o espejos.
¿Dormir con el bebé? Seguidores y detractores del colecho
Dormir o no con el bebé en la misma cama ha sido el centro de un dilema desde hace décadas, lo cierto es que hacerlo o no queda a criterio de los padres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el lactante debe dormir en la misma habitación de sus padres al menos durante los primeros seis meses de vida, hay quienes lo hacen en la misma cama o colocando la cuna en el mismo espacio.
Sobre este tema la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha realizado estudios, concluyendo que dormir con el bebé en la cama junto a los padres puede suponer un riesgo asociado al síndrome de muerte súbita del lactante o asfixia, por lo que recomiendan instalar la cuna, justo al lado de la cama de los padres durante los primeros meses de vida.
Por un lado, hay quienes defienden el colecho señalando que no hay evidencia científica para considerarlo peligroso, además de señalar que favorece el vínculo afectivo, facilita la lactancia, entre otros beneficios.
La contraparte señala que esta práctica hace que el bebé tenga un apego exagerado para con sus padres, impide la intimidad en la pareja, además de representar un riesgo de asfixia o caída del bebé de la cama.