Todo Lo Que Necesitas Saber Sobre El Higroma Quístico
Los higromas quísticos son sacos llenos de líquido que se presentan con mayor frecuencia en la cabeza o el cuello de un bebé. Son el resultado de bloqueos en el sistema linfático.
Los médicos a veces pueden detectar higromas quísticos mediante ultrasonidos durante el embarazo. También pueden diagnosticarlos después del nacimiento del bebé.
Algunos higromas quísticos pueden no aparecer hasta que el niño sea un poco mayor.
En este artículo, aprenda más sobre las causas y los síntomas de los higromas quísticos, así como sobre las opciones de tratamiento.
¿Qué son los higromas quísticos?

Según The Fetal Medicine Foundation , los higromas quísticos afectan a 1 de cada 800 embarazos y a 1 de cada 8,000 nacidos vivos.
En el 80 por ciento de los casos , aparecen higromas quísticos en la cara, que incluyen la cabeza, el cuello, la boca, la mejilla o la lengua.
Los crecimientos también pueden ocurrir en otras áreas del cuerpo, incluidas las axilas, el tórax, las piernas, las nalgas y la ingle. Puede haber uno más de un crecimiento, que también puede crecer con el tiempo.
Los higromas quísticos que están presentes en el momento del nacimiento o se desarrollan después del nacimiento suelen ser benignos, lo que significa que no son dañinos. Sin embargo, pueden desfigurar, llegar a ser muy grandes y afectar la respiración y la capacidad de tragar de un niño.
A veces, los higromas quísticos detectados al principio del embarazo desaparecen antes del nacimiento. Un higroma quístico fetal puede ser un factor de riesgo de aborto espontáneo.
Los higromas quísticos generalmente afectan a los niños, pero ha habido casos raros de ellos que aparecen en la edad adulta.
Un estudio de caso de 2016 informó sobre un hombre de 32 años con un higroma quístico en el cuello. El hygroma apareció 8 meses antes del diagnóstico.
El hombre estaba experimentando dolor e hinchazón en la región inferior derecha de su cara que se extendía hasta su cuello. Los médicos tomaron una biopsia y pudieron confirmar que se trataba de un higroma quístico de aparición en la edad adulta.
Causas de higroma quístico
Los factores ambientales y genéticos pueden contribuir a la formación de higromas quísticos. Las causas pueden incluir:
- infecciones virales pasadas a un feto durante el embarazo
- uso de drogas o alcohol durante el embarazo
Con mayor frecuencia, los higromas quísticos se deben a afecciones genéticas. De hecho, las anomalías cromosómicas representan el 50 por ciento de los casos .
Las condiciones genéticas que causan higromas quísticos incluyen:
- Síndrome de Turner: el síndrome de Turner es una afección en la que una mujer pierde total o parcialmente un cromosoma X. Puede causar cambios en la apariencia y problemas con el corazón y la fertilidad.
- Síndrome de Noonan: personas conSíndrome de Noonan puede tener características faciales inusuales, baja estatura , problemas cardíacos, problemas de sangrado, anomalías esqueléticas y muchos otros síntomas.
- Trisomía 13, 18 o 21: estas afecciones hacen que un feto desarrolle un conjunto adicional de cromosomas, que producen una variedad de anomalías congénitas, incluida la discapacidad intelectual.
Los higromas quísticos también pueden ocurrir sin una causa conocida .
Síntomas
Los síntomas de un higroma quístico varían según la ubicación de los quistes . Es posible que algunos niños no experimenten ningún síntoma más que el crecimiento.
Si un niño tiene síntomas, pueden incluir:
- sacos llenos de líquido en la lengua
- quistes grandes que parecen azules
- apnea obstructiva del sueño , un trastorno del sueño que hace que la respiración se detenga y comience
- dificultad para respirar y alimentarse
- fracaso para prosperar
- anomalías óseas y dentales
En casos raros, los higromas pueden sangrar o infectarse.
Diagnóstico
Los médicos generalmente diagnostican higromas quísticos cuando el feto aún está en el útero, a menudo durante una ecografía abdominal de rutina.
Los médicos también pueden detectarlo durante una prueba de sangre realizada entre 15 y 20 semanas. Si la prueba de sangre muestra altos niveles de alfa-fetoproteínas, podría indicar un posible higroma quístico.
Las imágenes de ultrasonido pueden indicar la posible ubicación y el tamaño de un higroma quístico, pero los médicos requerirán más información. Querrán saber la profundidad y la gravedad del crecimiento y si hay obstrucciones, incluidas aquellas que podrían indicar problemas respiratorios.
Los médicos pueden hacer pruebas adicionales, que incluyen:
Ultrasonido transvaginal: un ultrasonido transvaginal puede tomar mejores imágenes del higroma quístico sin otros órganos en el camino.
Imagen de resonancia magnética (IRM) de giro rápido: una IRM de giro rápido puede proporcionar una imagen clara y más detalles sobre el higroma quístico. Desafortunadamente, es una prueba costosa.
Amniocentesis: durante la amniocentesis , un médico recogerá líquido amniótico a través de una aguja especial y luego lo analizará para detectar anomalías cromosómicas.
Un médico utilizará tomografía computarizada (TC), rayos X y ultrasonidos para hacer un diagnóstico si encuentra un higroma quístico después del nacimiento de un niño.
Tratamiento de los higromas
Un higroma quístico puede no necesitar tratamiento si no está causando ningún problema.
Una opción de tratamiento es la escleroterapia. Durante la escleroterapia, un especialista inyecta un agente quimioterapéutico llamado bleomicina en el crecimiento.
La bleomicina reduce el crecimiento, aunque puede tomar varias sesiones de terapia para que esto suceda. Un higroma quístico también puede volver a crecer.
Un médico puede considerar la cirugía para eliminar el higroma quístico, pero a menudo esperará hasta que el niño sea un poco mayor. La cirugía puede causar cicatrices importantes.
Las posibles complicaciones de la extirpación quirúrgica incluyen daño a los nervios, arterias, vasos sanguíneos y estructuras cercanas al higroma quístico.
Tanto la escleroterapia como la cirugía se realizan bajo anestesia general, lo que significa que el individuo estará dormido y no podrá sentir dolor durante el procedimiento.
En algunos casos, un bebé o un niño pueden necesitar ambos tratamientos para eliminar o reducir el higroma quístico por completo.
Resumen
El pronóstico a largo plazo para higromas quísticos depende del tamaño y la ubicación del crecimiento.
Algunos casos de higromas quísticos tienen asociaciones con otras afecciones genéticas que pueden afectar el desarrollo de un niño.
Los higromas quísticos pueden regresar incluso después del tratamiento o tratamientos múltiples, especialmente si los médicos no pueden extirpar todo el tejido.